Comentario
En la gran etapa colonial de finales del siglo XIX, Inglaterra aumenta sus posesiones mediante el total dominio de la India (administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales), que se aísla de otras colonias europeas con Estados tapones: protectorados de Cachemira (actualmente un Estado de la India), Beluchistán (actualmente parte de Pakistán), Afganistán y Birmania. Entre 1870 y 1890 se completa la ocupación de una extensa área que corresponde al subcontinente indostánico.
La India, con sus casi 5.000.000 de km2 y 300.000.000 de habitantes, constituía un Imperio por sí misma.
Desde mediados del siglo XIX, se sustituye la administración de la Compañía de Las Indias por la directa de la Metrópoli. Además de algodón, suministra a Gran Bretaña yute, trigo, aceite, té y minerales. De ella obtiene materias primas a bajo precio. El algodón de la India juega un papel creciente en la economía británica.
Ya desde la segunda mitad del siglo XIX surgen revueltas nacionalistas, como la de los Cipayos en 1857, que tardó dos años en ser dominada. Será a partir de entonces cuando la Corona británica asuma la administración directa del territorio, mediante la creación de un Ministerio de la India en 1858. Desde ese momento la India pasa a ser una colonia de la corona británica, gobernada por un virrey. En el año 1876 la reina Victoria se proclamó emperatriz de la India y el país fue calificado como la "joya de la corona".
Gran Bretaña marcó la vida y las actividades de sus ciudadanos en la India, siendo infrecuentes los matrimonios mixtos y manteniéndose hasta el final de la dominación la separación entre los gobernantes, extranjeros, y el pueblo indio.
Bajo el mandato británico la producción cultural india, floreciente en épocas anteriores, decrece fundamentalmente, debido a la falta de mecenazgo y la puritana censura victoriana. Sin embargo, la investigación histórica y la filosófica recibieron un gran impulso, debido al trabajo de estudiosos que llevaron a cabo una importante labor de traducción y recopilación de textos. También es destacable el impulso arquitectónico, con obras como la estación Victoria, la Puerta de la India, el Museo Príncipe de Gales y el Tribunal Supremo de Bombay, junto con el Victoria Memorial Hall de Calcuta y, especialmente, la ciudad de Nueva Delhi (1911-1930).